Museo Enrique Herreros

Cuando por fin Enrique Herreros regresó a la montaña
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Once años de esfuerzo e ilusión de Enrique Herreros hijo fueron por fin recompensados aquel 30 de marzo del 2014. Al sonido de las gaitas se abrió el cielo en los Picos de Europa para iluminar la esperada inauguración del Museo Enrique Herreros en Carreña de Cabrales.

Antes del caos de los Covirus, en una de las comidas de los miércoles en «La Góndola» con Enrique Herreros (hijo)

Su hijo Enrique Herreros ha mantenido y alimentado la memoria de su padre desde que falleciera en 1977 en Los Picos de Europa conservando durante todo este tiempo la obra íntegra del genial miembro de La Otra Generación del 27. Aunque los tiempos han venido duros, jamás se le ha pasado por la cabeza vender una obra de su padre con la ilusión de compartirla algún día como memoria artística de la historia de España. Y ese día llegó.

El buen hijo –si él se refiere a su progenitor como “mi buen padre” su admiración y esfuerzo bien le hacen merecedor del apelativo-, llegó a Cabrales arropado por sus amigos. Entre los herreristas se encontraban muchas caras conocidas de la cultura, el arte y la política. Entre ellos una enérgica y alegre hoy desaparecida Nati Mistral protagonista de películas de Herreros cono María la Jerezana o La Muralla Feliz. No faltó el pintor asturiano Manuel García Linares, los periodistas Pedro Páramo, Javier Montini, Juan Antonio Porto y César Lucas, Javier Rioyo, el montañero y escritor César Pérez de TudelaEnrique Cerezo, Rogelio Blanco, Felipe Hernández Cava, Ángel Lueje, Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio Cultural del Principado, Francisco Álvarez Cascos y su mujer María Porto, y el alcalde y teniente de alcalde de Cabrales, Carlos Puente Francisco González, entre otras autoridades.

Hijo adoptivo de Cabrales

Bajo el techo aguardillado de Casa Bárcena, Ángel Lueje, abrió el acto con un emotivo y documentado discurso sobre la trayectoria del artista, seguido por el periodista Pedro Páramo y Enrique Herreros que consiguió tanto emocionar como hacer sonreír a los asistentes. En el discurso colaboró el anterior alcalde y propulsor del proyecto José Antonio Pérez Prieto. El actual alcalde Carlos Puente y el teniente de alcalde Francisco González terminaron el acto nombrando a Enrique Herreros: Hijo Adoptivo de Cabrales a título póstumo.

 Y LA MONTAÑA TE ACOGIÓ BIEN

Para entender la prolífera obra de Herreros es necesario conocer su faceta como montañero. No todo era paz en la cima, su amor a la montaña estaba unido al riesgo que conlleva el deporte, a un sol, una hierba, el corrental del viento cortante y los accidentes de su naturaleza, brava o mansa, cálida o helada. La montaña acentuó la carga poética que dirigía sus pasos en vida y obra.

Humanista

Como escribiera alguien algún día en un ensayo sobre el artista, “En casa del Herreros se tocan muchos palos” y es que Enrique Herreros era un humanista en las nuevas artes atreviéndose con el cine, los collages y la publicidad. Un experto pintor, grabador, ilustrador, director de cine, actor, cartelista, fotógrafo, escritor, bibliófilo, representante -respiren-, uno de los artífices de la época dorada de los cines de Gran Vía en los 30, y el único pintor que ha ilustrado tres veces El Quijote (Summa Cervantina) dejando sólo en La Codorniz más de 2.000 viñetas y 800 portadas aparte de encargarse de la titulación y diseño de la publicación. Herreros fue pieza clave para entender el desarrollo de esta revista y el humorismo gráfico en España. Pero además fue un sobresaliente montañero, esquiador e hincha del Real Madrid. Todo esto era producto de una personalidad jovial en un hombre ocurrente con un talento especial, una voluntad de hierro y un verdadero devoto de sus pasiones y aficiones.

El peñalaro. Manos de Herreros y espalda de montañero.
Museo Enrique Herreros
Museo Enrique Herreros, Picos de Europa

En definitiva un poeta en todas sus facetas artísticas. Su unión con la naturaleza, sus incesantes proyectos de superación en la montaña como alpinista peñalaro(1), su conciencia y realismo ante los problemas unido a su arte alegórico siempre sin cursilería, le mantuvieron siempre en la vanguardia. Es más, Herreros era la vanguardia en España. Alguien diría sobre él que la amplitud de su mirada era tan grande como la bondad de su pluma.

En los últimos catorce años de vida Herreros alternó su estancia en Madrid con largas temporadas en los Picos de Europa -donde convivió un año con su hijo- siendo esta su época más fructífera. Enrique se sentía feliz pintando y dibujando para él mismo sin tener que rendir cuentas a nadie, en la cima, donde la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.

(1) Miembro de la Real Sociedad de Alpinismo de Peñalara

Carta a Enrique Herreros
Museo Enrique Herreros

 Bien sabías Enrique que la ley primera y fundamental de la naturaleza era buscar la paz que nada hace en vano y en ella se hallan todos los estilos pasados y futuros; bebiste de las cumbres de Goya, Quevedo, Solana y Castelló entre otros pintores europeos a los que admirabas como el Bosco y Modigliani. Tu primer cuadro al óleo sería un paisaje del Naranjo de Bulnes, el Picu Urriellu, la montaña que te inspiró notables pinturas te hizo de lecho convirtiéndote en el primer alpinista que pernoctó en su cima; entonces la montaña fue a tu lienzo, hoy tus lienzos vuelven a la montaña.

Como admiradora, mantengo la sonrisa de la nostalgia y el agradecimiento por habernos acercado la semilla del humorismo del 27 hasta nuestros días. Como amiga de tu hijo Enrique y testigo del amor y devoción que te profesa, me emociona hasta la lágrima el saber que como sabiamente reza el epitafio de Cela sobre tu tumba, la tierra de Potes te acogió bien como sepulcro, pero ahora, por fin, la tierra de Cabrales te acoge bien como pedestal. G.R-V

El museo Enrique Herreros

 «Casa Bárcena» Carreña de Cabrales, Concejo de Cabrales. Asturias

La muestra cuenta con 81 cuadros de temática exclusiva de los Picos de Europa y 30 láminas de humor en la montaña, obras que se van cambiando y reponiendo cada seis meses.

Catálogo

Con motivo de la inauguración el Ayuntamiento de Cabrales en colaboración con la Fundación Enrique Herreros editó un catálogo estupendísimo en el que cada cuadro es acompañado de un texto escrito por diferentes personalidades del cundo del arte y la cultura. Cuando Herreros me llamó para que formar parte de tan emocionado homenaje sentí que por fin podía devolver a su padre toda la alegre admiración que me había aportado el genio Herreros desde niña.

En sus páginas arropando textos del propio autor y de su hijo, podemos encontrar las conmovedoras colaboraciones como la de de Nati Mistral o José Luis Garci que llegó a Hollywood gracias a Herreros consiguiendo el primer Oscar español en 1983 por Volver a empezar :

Entre la montaña de la Paramount y el final de Duelo al sol. El crepúsculo barojiano en Technicolor, rodea el Naranjo de Bulnes envuelto en la música de Max Steiner, en uno de los mejores cuadros del autor de La muralla feliz.

Muchos de los asistentes habían colaborado en el catálogo como Nati, los periodistas Felipe Hernández Cava o Pedro Páramo, el alpinista César Pérez de Tudela, Juan Antonio Porto, Javier Rioyo además de Gonzalo Suárez, Juan Manuel de Prada, el famoso «Peridis» (José Mª Pérez) y Guillermina Royo-Villanova.

Imágenes del 30 de marzo durante la inauguración del Museo Enrique Herreros

Entre los asistentes estaba Javier Rioyo, director del documental Cuando Hollywood estaba en la Gran Vía, dominado a los Goya, en el que tuve el placer de colaborar.

Foto grupal frente al Naranjo de Bulnes y el autobus Herreros que partió de Madrid con parte de los invitados

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grvpatrimoniocultural

Guillermina Royo-Villanova (1975) Escritora y pintora. Combate la farsa y el encorsetamiento utilizando el humor como herramienta subversiva; en su discurso cuestiona lo establecido -no como invitación a la inconsciencia sino para ser consciente de otra manera-. Como continuidad a este género de vida sus poemas tratan la vida en toda la extensión de su salvaje belleza y ve en la catástrofe un motivo de conquista, sintiendo en la adversidad un motor suficiente. Como activista cultural organiza eventos culturales e imparte cursos y conferencias. Ha colaborado en La Razón (Arte), El Mundo, Yo Dona, El Cotidiano, Culturamas, Entretanto Magazine, El Imparcial, Tarántula Cultura, Pegando la Hebra y El Estado mental Radio.

Autor: grvpatrimoniocultural

Guillermina Royo-Villanova (1975) Escritora y pintora. Combate la farsa y el encorsetamiento utilizando el humor como herramienta subversiva; en su discurso cuestiona lo establecido -no como invitación a la inconsciencia sino para ser consciente de otra manera-. Como continuidad a este género de vida sus poemas tratan la vida en toda la extensión de su salvaje belleza y ve en la catástrofe un motivo de conquista, sintiendo en la adversidad un motor suficiente. Como activista cultural organiza eventos culturales e imparte cursos y conferencias. Ha colaborado en La Razón (Arte), El Mundo, Yo Dona, El Cotidiano, Culturamas, Entretanto Magazine, El Imparcial, Tarántula Cultura, Pegando la Hebra y El Estado mental Radio.

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