Madame Bobarín

Bobarinismo

Se entiende por Bobarinismo el estado de insatisfacción crónica producido por el contraste entre las ilusiones -a menudo desproporcionadas respecto a las propias posibilidades- y la realidad-. En algunos casos, esta pesadumbre lleva a la persona a una conducta de superación. Una actitud vitalista propensa a terminar en grandes aventuras y descubrimientos, logrando con ello una vida plena y satisfactoria. El término fue acuñado por primera vez por el sexto marido de Federica Melisenda Simona (posteriormente Madame Bobarín), que se ha convertido en el prototipo de la insatisfacción satisfecha. Bobarín ha trabajado siempre con mucho esmero -que es un pez-, en la DIRECCIÓN GENERAL DE LA ILUSIÓN RECOBRADA (Negociado de ilusiones compartidas).

Me voy a poner en tono peliculero, no bobarino :

(Se recomienda leer con voz entre poeta del XIX y el NODO)

En el océano Madame Bobarín navegan varios piratas, que son los buenos. (Hasta aquí era bobarinismo, disculpad. Seguid con el tono ese). Repudiados y vilipendiados por el tribunal social, son los antihéroes que todos odian y todos quisieran ser. Son -pausa drástica-, los llamados:  Perdedores. Les llaman perdedores porque han perdido todo lo que no importa mientras los ganadores anhelan lo que no se pude perder. 

¿Cuando llegó el bobarismo? (preguntan todos al unísono):

Cuando la tempestad azota en tierra con sus olas o «modas» ridículas y afectadas. 

Cuando los convencionalismos vienen a abducirnos con su calma blanca para introducirnos es la sociedad castrante.

Cuando la estulticia se institucionaliza y nos azota con sus clichés. 

Cuando el deshumanizado engranaje social se enajena como un autómata mal programado y las trampas del sistema se ciernen sobre nosotros: el bobarinismo viene a hacerle burla y a cuestionar a ese tirano que es la máquina social. 

No lo hace para sustituir este el mundo por el suyo, pero para cuestionarlo y ofrecer una convivencia más saludable. La Madame Bobarín libertaria y sus colegas de batalla, no pararán hasta que cese la persecución y la condena al subversivo. Almas incendiarias que aveces por pereza; a veces por costumbre; a veces por miedo a mear fuera del tiesto, podrían cansarse de remar a la contra y terminar arrastrados por la corriente. Holgazanería que podría derivarles sin retorno a las fauces huracanadas del borreguismo.

Otros personajes

En su travesía, Madame Bobarín se ha rodeado de otros navíos fantasmas y pateras. Personajes como su inseparable amiga Gavina que le acompañará en La historia casi real de Madame Bobarín. A veces Gavina, a veces Gabina -según se sienta sombrero de copa o gaviota-, es la cándida y fiel acompañante de aventuras de Bobarín. Huerfanita y virgen a sus ochenta años de edad arrojará la visión más cándida e inocente del mundo este. 

Otros héroes de pacotilla colaborarán eventualmente con sus relatos como el pretencioso «quiero y podré» Marqués del Chalacio. El periodista taurino Cagancho -que no ha visto un toro en su vida-. Mendelbrot con su supervisión fractal. Garson, el pobre niño cansado. Termolina la impermeable, que a veces está fuera del sistema y todo se la chufla y a veces se deja llevar por la corriente, momento en el que se convierte en Termohalina la Oceánica. Y el Doctor Semillación es el supervillano de barrio cutre y pervertido. Un machista abonado al onanismo que sólo piensa en el sexo.

Insólito

Los textos les podrán parecer un poco insólitos, pero como dice Julio Cortázar

Todo ha de ser un poco insólito en este mundo porque lo contrario de lo insólito es lo común. Es decir, una lata.

A la izquierda Madame Bobarín, -la máxima disposición del ánimo humorístico-, aparece como un fenómeno de desdoblamiento en el acto mismo de la concepción. 

El humorismo es un género de vida que consiste en conseguir divertirse incluso con aquello que nos entristece. El humor no está en los libros, en las viñetas o en las ilustraciones. El humor se encuentra en quién lo tiene.” 

Madame Bobarín

EXPOSICIONES

OBRA PICTÓRICA

LA HISTORIA CASI REAL DE Madame Bobarín